domingo, 28 de octubre de 2007

VAGABUNDEOS DE UN BOLINGA. CAPÍTULO SEGUNDO. EL ABEJARUCO



Pulsa:http://www.sierradebaza.org/Fichas_fauna/00_Aves/06-08_abejaruco/abejaruco.htm





El frío nos acompaña. Mi furgoneta y yo aparcados de nuevo en la soledad. Contemplo el mundo simple. Miro el campo pétreo desde este lado de la botella.
No bebo cuando conduzco. Lo he conseguido. Pero al reparar el ánimo y el cansancio detrás de los senderos alejados; cuando acampo el alma en el paraje desierto de hombres que he elegido, descorcho una botella.
Inhalo el frío. Caliento mi intestino repentinamente y el brillo que en mis ojos despierta me permite ver notas transcendidas. Se desmoronan los lugares comunes y el cielo me brinda pantallas en cinemascope siempre nuevas.
Hoy sin embargo el frío helado me hizo sentir un crak en mi estructura.
Al caer la tarde dentro de la noche llena de luna, un abejaruco congelado ha caído fulminado desde la rama del escarchado árbol.
He procurado devolverle a la vida, pero mis dones divinos esta vez me han abandonado.. Como casi siempre.
Le he buscado entonces un cobijo de tierra y piedras. Helado sí.
Pero hasta debajo del árbol regresará la primavera, el verano, el murmullo cálido de los gusanos antiguos, larvas amarillas inmemoriales que acabaran también por devorarme.
En tanto, la noche continúa, la botella aún no me ha derrumbado.

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