Siguiendo el consejo que mi estimado Nes tan afectuosamente me dedica en uno de los siempre bienvenidos comentarios que deposita en este blog, que, hoy por hoy, es como fuera mi santa casa, he de decir que, para variar, en este instante bebo. Bebo una copa de vino Lambrusco servida para la ocasión ya que es lo más parecido al Cava Catalán que casualmente he encontrado en los bajos fondos del maletero…. digo, de mis bodegas.
Cuento también en este acontecimiento con la gratitud de los hados cuyos designios hicieron que, en esta desierta extensión del territorio en el que pernocto en estos días y divago en las noches, se me cruzaran unos abnegados cultivadores y me dieran a probar los néctares de sus flores a cambio de un lingotazo y luego hubo trato. Invertí unos eurillos en tamaño regocijo.
Y aquí me hallo. Pero ya ves, Nes ,ganas de escribir no tengo. Ya publicaré mañana. A ver.
Saludos también en esta bendita hora a todos los que por aquí se pasean y en especial a la lejanísima Lola.