domingo, 13 de enero de 2008

VAGABUNDEOS DE UN BOLINGA. CAPITULO DECIMO TERCERO. COSAS DE LA EDAD.





A los veinte años me salieron canas, antes de los treinta mi pelo nieves completas lucía.
A los cuarenta casi, me caí del tejado mientras reparaba el alero.
Me trastabilló el pie y fue mi cráneo a estamparse contra el suelo.
Me creyeron muerto.
Pero siete vidas tiene el gato, aunque sea extranjero.

Me raparon, me repararon, me cosieron y como consecuente secuela inexplicable volvió a renegrearrme el pelo.

Ahora, a los cuarenta y tantos ni de una cana padezco.

Juventud divino tesoro, invierno divino infierno.

Dime cuantos aparento.

No tengo fotos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso mismo le pasó al hermano de mi último ex.

Que bien se debe vivir en ningún sitio.

Anónimo dijo...

Paso de hacer cuentas, chocho, que yo soy de letras...

Anónimo dijo...

... a mi no me crece el pelo ni pierdo el vicio ni na de na, pero tenemos algo en común... me llevo un (espero que no mal) trago pal camino...

saludten

Anónimo dijo...

Y buen viaje !!!

Lola dijo...

No pregunto cuántos son, sino que vayan saliendo. Se te lee muy bien.
Salute!

Anónimo dijo...

Si es que la ocasión la pintan calva a veces, Donatela de mi soledad, pero no sé porqué.
No me conteis cuentos chicas -se lo digo a la chirvi y a la lola....
Marcial Tu Eres El Mas Grande, ya t loe dicho !

Anónimo dijo...

t loan dicho ... que parece que me quiera poner como el burro delante ...