domingo, 28 de octubre de 2007

VAGABUNDEOS DE UN BOLINGA. CAPITULO TERCERO. POLVAREDA


Pulsa:http://www.elmundo.es/magazine/num164/textos/vida1.html

En este sendero oscuro y lleno de polvo que me ciega los ojos, el vendaval es hoy incesante.

Un torbellino a lo lejos presiento. Presiento que viene a por mi y le echo una carrera. Piso el acelerador y aún más polvo gris elevándose cual niebla. (No sé por qué me da por escribir en este tono).
Me detengo. No veo.

De pronto golpea el embate. El torbellino choca y tambalea. La furgoneta resiste. Debo estar loco, que aún no he bebido. Olvidé cerrar la ventanilla aposta y tengo los ojos que me lloran.

Soy feliz. He ganado la carrera: Llegué primero.
Sigo masticando el polvo con sabor a tierra de otoño frío. Me reseco las lágrimas de barro.

Lloro de nuevo tierra vieja desde mis ojos heridos. Arañazos de dolor suturan mi corazón. Volví a sentirme vivo. Ahora cede el viento, retorna el paisaje oscurecido de (en) nubes. Retomo el camino. Y el camino respira de nuevo polvo aliviado.

En la próxima rotonda del desierto me tomaré una solitaria cerveza. Y luego otra. Y.... Mañana será otro día. No tengo prisa.

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